jueves, 23 de enero de 2014



Cuando llueve siempre me encuentro esperando. No se si se deba a cierta costumbre adquirida en la infancia, o a esa obsesión por contar las gotitas en la ventana, pero cada vez que llueve, espero y cuando me canso de esperar, para de llover.


Lloran los hombres

Lloran  los hombres,
un segundo agotado,
las ansias del olvido,
la caricia de sus manos.

Ruedan sus hombros
y enroscan sus cabezas
cuando el tiempo clama
nadie se aleja.

miércoles, 22 de enero de 2014

Esta paradoja eterna,
de sentirme tan dañada y entera
de pulir con mis ojos tu mejilla
y amarte hasta dormirme y despertar hasta volver a amarte.